A nivel nacional Boca y River tienen 4 torneos en forma anual: Apertura, Clausura y 2 Superclásicos. El domingo se jugó el primero y no hubo ganador en un partido emocionante por momentos pero malamente jugado.
La ausencia de Román aun en baja condición física daba cierta “paridad” al juego (je). Con las opciones que contaba en el plantel, Ischia se decidió por Gaitán en lugar de la frialdad de Gracián. El pibe arrancó bien pero tal vez el gol que se perdió a los 3’ influyó en su rendimiento posterior durante el partido, que no fue el mejor. Es entonces cuando uno se da cuenta que no es lo mismo un partido de verano que uno oficial; es joven pero me pregunto: Nicolás no es el crack que todos suponen o esta “verde” aun?. Pese a no contar con un conductor, Boca fue mejor durante el primer tiempo pero lentamente se fue desinflando. El rival tuvo miedo al papelón y plantó 2 líneas de 4 sin salida por los costados (y el “paladar negro”???), arriba muy aislado Falcao, y Fabbiani retrocediendo a buscar muy lejos porque se lo comieron Cáceres/Forlin. Sin embargo, justo es reconocer que Boca tampoco fue un dechado de virtudes, poco de Gaitán, tampoco tuvo mucho despliegue por los costados pese a lo cual inquieto más o dio la sensación de mayor peligro aun cuando Palacio, en parte por el retroceso de River, no tuvo espacios para jugar mano a mano y poder ganar en velocidad a sus marcadores.
El arbitraje fue malo en general, aunque en honor a la verdad tuvo menos amarillas para el lado de Boca que las debidas y hasta omitió alguna roja (a Morel).
El complemento fue más equilibrado y de menor nivel desde lo futbolístico no así en lo emocional por la llegada de los goles. A los 13’ Palermo inscribió otra página en su leyenda xeneize, ayudado por Vega (hay que decirlo), cuando desde fuera del área remato frontal al arco y la puso cerca del palo izquierdo. Gol... y locura. Parecía un típico partido de “el que hace el gol gana” pero no… así no fue. Dos cambios le dieron otra fisonomía a River cuando Gorosito se vio perdido y con un tiro libre 10 minutos después del primer gol, una magistral ejecución de tiro libre de Gallardo puso la igualdad. Boca no tuvo reacción y se vio conmovido por el gol, solo se salvo en ese momento Chávez que desordenado y todo cumplió y tuvo alguna lucidez para avanzar. Gracián entró.. y obviamente no paso nada. Mouche entró y no aportó el desequilibrio de otros juegos. Incluso, la jugada más peligrosa para desnivelar fue un mano a mano de Falcao que para redondear su mala tarde la tiro afuera.
En un partido con la tensión típica pero también el pobre nivel de muchos superclásicos, el empate alejó a uno de la punta y dejó disconforme a otro que sin chances en el torneo sintió que tenía el primer torneo del año en la mano…. y se le escapo.
