Boca 3 - Huracan 1: Y un dia volvio Palermo al gol...

Con ganas de olvidar las derrotas consecutivas, Boca comenzó el partido dominándolo. Pero fue casi una ilusión óptica... lenta y progresivamente Huracán emparejó el juego y compartió la posesión de la pelota en base al toque de "jugadores de buen pie" (como le gusta decir al entrenador Cappa). El globo no tenía profundidad, carecí de peso ofensivo... pero así y todo, fue el primero en tener una chance de gol. Tras una mala salida defensiva (una más y van...), el venezolano González ganó la espalda de Ibarra y apurado por Abbondanzieri la tiró a fuera. 10 minutos después, De Federico remató desviado. Con Román tratando de manejar el equipo y Palermo merodeando el área Boca no conseguía llevar peligro ante el arco de la visita, hasta que Mouche irrumpió en escena. Con 3 desbordes (izquierda, derecha e izquierda) le quitó el protagonismo a la tormenta que mojó La Bombonera. Buscando el volante por derecha, Ischia le dio la chance a Damián Diaz.. pero el ex-Rosario Central, con toques intrascendentes o lujos innecesarios "se ganó" su salida en 45 minutos.


Nuevamente, la entrada de Gaitán estaba cantada. Mucho más vertical, el zurdo seguro le daría más impulso al desdibujado ataque xeneize. Jugandose para ganar Boca dejó más espacios a las espaldas de los volantes, donde el chico Benavidez (de aceptable debut) comienzó a sufrir los contragolpes quemeros. Antes, apenas comenzado el complemento un error defensivo obligó a Caceres (el mejor defensor del partido) a salvar tirándose casi como arquero en el área chica cuando Abbondanzieri había sido dejado en el camino. Boca iba y moría al borde del área de Monzón... Huracán contraatacaba (no menos de 4 veces en igualdad o ventaja numérica) y fallaba en la elección final. Entonces, ocurrió lo que todo el mundo sabía... algún día Palermo volvería al gol. La acción nació desde la gambeta de Mouche entrando al área por izquierda, levanto la cabeza y le puso la pelota a Gaitán que entraba como "9"... pero la dejo pasar entre sus piernas y el "9" real... toco suave al gol. La alegría y la emoción fueron inmensas, tan grandes que hasta un flojo arbitro como Lunati se contagio y omitió la amonestación para el goleador al rebolear la camiseta. De seguro, si La Bombonera fuera de los estadios europeos sin alambrados o separaciones entre el campo y la tribuna... hubiéramos visto a Martín abrazado con la gente... esa gente que tanto espero su vuelta, la misma gente que lo aclamó al convertirse en el máximo anotador xeneize del profesionalismo. Pero aunque a veces no lo parece, Palermo es humano y pago el esfuerzo debiendo dejar el pesado terreno de juego a falta de 15 minutos. Lucho Figueroa no quiso perderse el regreso y se mostró como el goleador que también es. Una sutileza de Riquelme lo dejo solo frente a Monzón y con un toque entre palo y arquero, puso el marcador 2-0. Traquilidad? no todavía... acorde con lo irregular que jugó Boca, luego de una sucesión de rebotes en el área chica Huracán descontó. A sufrir?...no, por suerte no. No solo faltaba poco sino que para definir totalmente el partido, Figueroa culminó una jugada de contra armada entre Morel y Krupoviesa, para que el rubio (ahora casi pelado) delantero empujara la pelota sobre la linea en el minuto 43.


Vemos el vaso medio vacío o medio lleno?... Boca volvió a jugar mal (afortunadamente frente a un rival, sin peso en el área)... volvió Palermo y eso si que es algo positivo.